
María tenía que exponer en la junta mensual. Había preparado las diapositivas, repasado los datos y hasta ensayado en casa. Pero al pararse frente al grupo, su mente se quedó en blanco. Sudor en las manos, respiración agitada y la sensación de que todos la juzgaban.
Lo curioso es que María no está sola: hablar en público es uno de los miedos más comunes, incluso más que a las alturas. Pero la buena noticia es que se puede superar con práctica y técnica.
🚫 ¿Por qué nos paralizamos?
Los nervios aparecen porque nuestro cerebro interpreta la exposición como una amenaza:
- Miedo al juicio: “¿y si me equivoco?”
- Exceso de perfeccionismo: querer hacerlo todo perfecto bloquea.
- Falta de preparación práctica: ensayar mentalmente no es lo mismo que practicar en voz alta.
✅ Estrategias sencillas para controlar el miedo
- Respira profundo antes de empezar: regula el ritmo de tu corazón.
- Domina tu lenguaje corporal: postura erguida, manos firmes, contacto visual.
- Empieza con una frase sencilla que te dé confianza en los primeros segundos.
- Enfócate en el mensaje, no en ti: lo importante es lo que aportas, no cómo te ves.
- Practica con público pequeño: amigos, colegas o frente al espejo.
Reflexión final
El miedo escénico no desaparece de un día a otro, pero con práctica puedes transformarlo en energía positiva que te impulse a brillar.
En Dirección Eficaz hemos creado recursos prácticos —como nuestro eBook De los nervios a los aplausos— y cursos diseñados para acompañarte en este proceso.
Porque hablar en público no es un talento innato, es una habilidad que cualquiera puede desarrollar.
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