3 PASOS PARA DISMINUIR LA RESISTENCIA AL CAMBIO

¿Te cuesta trabajo aceptar cambios laborales? ¿Sueles rechazar las modificaciones en los procesos de trabajo? ¿Te es difícil aceptar al nuevo personal? ¿Te ronda el pensamiento, antes todo era mejor? ¿Te sientes intranquilo con este tipo de situaciones? ¿Percibes que tus niveles de estrés incrementan ante esto?

 

Si has respondió “sí” la mayoría de estas preguntas, entonces vives resistiéndote al cambio, lo cual por salud mental deberás modificar, pues entre más resistencia tengas, mayor estrés vivirás.

 

¿Por qué algunas personas aceptan el cambio y para otras es tan difícil?

La resistencia al cambio se encuentra influenciada por situaciones de la niñez, las principales son:

1. Cuando de niño hubo muy pocos cambios, se habitúa a vivir de esta forma, por lo que al ser adulto prefiere continuar con cambios pequeños para no salir de su zona de confort, pues salir de esta zona de confort le genera miedo a lo desconocido, esto también lleva al conformismo pensando “más vale malo conocido, que bueno por conocer”
2. Cuando en la niñez se vivieron cambios que generaban inestabilidad emocional, experimentando miedos y resistencia por parte de sus padres, lo cual también lo llevaba a tener una baja oportunidad de generar lazos familiares o de amistad.
3. Si de niño hubo un cambio fuerte que genero un daño emocional profundo, por ejemplo, la muerte de un familiar cercano, alguna enfermedad compleja y de larga duración, u otro evento de naturaleza traumática.

 

¿Y qué situaciones han influenciado a las personas que si se adaptan con mayor facilidad al cambio?

1.       Aquellos que desde niños han vivido el cambio con naturalidad, cambios de domicilio, de situación económica en donde sus padres mostraban una actitud positiva, lo que les permitió vivir estas experiencias desde una óptica normal y provechosa.

2.       Aquellas personas que han vivido fuera de casa durante un tiempo, bajo situaciones que generan emociones potenciadoras y enfocadas al logro, por ejemplo, intercambios escolares, campamentos, cursos, etc.

3.       Aquellas personas que suelen ver más el lado positivo de las cosas, con la idea de que algo mejor vendrá.

 

¿Cómo disminuir la resistencia al cambio?

Existen dos tipos de cambio, interior y exterior, el primero tiene que ver con las creencias que hemos formado a lo largo de nuestra vida, por lo que es un cambio que definitivamente está en nuestras manos, cuando se toma a decisión con voluntad y enfoque para hacer los cambios pertinentes de manera interna, se logra una mayor adaptación hacia el cambio exterior, pues al no poder modificar este cambio, lo más sano es fluir con él; y para lograrlo te recomiendo 3 pasos:

1. Identifica a que tipo de cambios te resistes. Por ejemplo, modificaciones en un proceso laboral.

2. Identifica que piensas al respecto. Pueden surgir pensamientos como:

a. Ya me había acostumbrado a hacerlo así.

b. Es una pérdida de tiempo aprender cambios en algo que ya se hace bien.

3. Identifica el porqué de estos cambios y sus beneficios, por ejemplo:

a. La competencia está adelantándose a nosotros y por ello se están haciendo cambios para eficientar los resultados.

b. El crecimiento de la empresa hace necesarios los cambios para ser competitivos.

 

Una vez que identificas los porques y para que, podrás experimentar estos cambios como parte del fluir de la empresa, adicional a ello confía en las habilidades y conocimientos que has ido adquiriendo a lo largo de tu experiencia, lo cual te ayudará a disminuir el miedo a salir de tu zona de confort.

 

Reconoce que tú eres quien decide y define tus pensamientos, y dependiendo de ellos podrías estancarte o avanzar, podrías vivir el cambio con estrés o con confianza, esto depende de ti, recuerda que la felicidad, vive en ti, no en los sucesos.

 

Autor

Janet Delgado González