PASCUAL BOING: ¡UNA HISTORIA DE CORAJE Y RESISTENCIA!

En el apasionante mundo de los negocios, el camino hacia el éxito está plagado de desafíos y obstáculos que ponen a prueba nuestra capacidad de adaptación y resistencia. Sin embargo, siempre hay historias inspiradoras que demuestran que es posible superar cualquier adversidad y alcanzar la grandeza. Un ejemplo claro de esto es la asombrosa travesía de la Cooperativa Pascual.

Todo comenzó en los años 30 y 40, cuando el visionario Rafael Víctor Jiménez Zamudio revolucionó México con la creación de una de las refresqueras más populares del país: Refrescos Paz. Sus humildes comienzos vendiendo paletas en el mercado pronto se transformaron en una próspera empresa que conquistó el mercado con agua embotellada y los Refrescos Pascual y Lulú.

Sin embargo, el camino hacia el éxito no estuvo exento de desafíos. Una demanda por derechos de autor de Walt Disney amenazó su existencia. A pesar de años de batallas legales, en 2017 Pascual Boing tuvo que reinventar su icónico pato, reemplazándolo por una versión más joven con una gorra de béisbol y una apariencia más atrevida. 

En la década de 1960, la empresa ya había expandido su presencia en México, Estados Unidos y Japón. Fue en ese momento cuando lanzaron su revolucionaria bebida de frutas Boing, que destacaba por ser sin gas, a diferencia de Pascual y Lulú. Rafael Jiménez estableció una exclusividad con Tetra Pak, la empresa sueca líder en envasado, y creó un cartón triangular que revolucionó el mercado, también adquirió los derechos de Canadá Dry en México

Pero incluso en los momentos más prometedores, la vida puede dar un giro inesperado, lamentablemente, una de las muchas crisis que el país ha enfrentado lo llevó a la quiebra. Parecía que el sueño estaba a punto de desvanecerse, pues en marzo de 1982, el gobierno decretó un aumento salarial del 10%, 20% y 30%. La mayoría de las empresas acataron esta disposición, pero Jiménez Zamudio se negó a otorgar este aumento. Ante esta negativa, un grupo de obreros acudió a las oficinas del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) y decidieron irse a huelga el 18 de mayo de 1982.

A raíz de estos hechos Jiménez Zamudio perdió la exclusividad de su envase con tetra pak y también la franquicia de Canadá dry poco a poco iba perdiendo poder, su respuesta fue impactante, pues el 31 de mayo, se presentó en las instalaciones de la Planta Sur y ordenó disparar para romper la huelga, resultando en la muerte de dos trabajadores y varios heridos. Ante esta situación, el líder del PMT, C. Demetrio Vallejo, planificó las acciones a seguir y guitó al Comité de Lucha. Durante el movimiento de huelga, se tomaron medidas clave, como la toma de las oficinas de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, la obtención de la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo y el reconocimiento legal de la huelga. 

En 1985, después de 3 años de lucha y una huelga que demandó sacrificio, los trabajadores tomaron el control y formaron una cooperativa, en medio de un mercado altamente competitivo, decidieron reabrir las puertas de Pascual con un propósito claro: elaborar y comercializar bebidas naturales, saludables y nutritivas para deleitar a los consumidores de todas las edades. Desde entonces, han estado a la vanguardia en la producción de refrescos como Pato Pascual, Lulú y Mexicola, bebidas carbonatadas que han conquistado los paladares de miles de personas.

Pero su historia no termina ahí. La Cooperativa Pascual ha ampliado su oferta para incluir jugos, néctares, pulpa de frutas, agua purificada y muchas otras deliciosas opciones. Su compromiso con la calidad y la satisfacción del cliente los ha posicionado como una de las refresqueras más importantes de México, compitiendo codo a codo con gigantes de la industria.

Lo más inspirador de esta historia es la forma en que se han organizado y gestionado. Basados en los principios de la ley de sociedades cooperativas, han construido un modelo de negocio basado en la democracia y la participación activa de todos los cooperativistas. Su estructura organizacional, liderada por la asamblea general y los consejos de administración y vigilancia, ha demostrado ser un aliado poderoso en su camino hacia el éxito.

La Cooperativa Pascual ha creado un sistema que les permite tomar decisiones importantes de manera conjunta y asegurarse de que todos los miembros tengan voz y voto en los asuntos relevantes. Además, se han asegurado de que las ganancias se distribuyan de manera justa, teniendo en cuenta el trabajo y el capital aportado por cada miembro.

Hoy en día, la Cooperativa Pascual genera miles de empleos directos e indirectos en sus tres plantas productoras en Querétaro, Hidalgo y Culiacán. Su legado de éxito comercial y laboral es un verdadero un ejemplo de cómo una empresa puede prosperar cuando se basa en la cooperación y la determinación.